Samhain el origen de la transformación

Samhain es el momento en que el velo entre mundos se desvanece. Una invitación a soltar lo que ya no sirve, honrar a tu linaje y sembrar intenciones en la oscuridad. Descubre cómo aprovechar su profunda energía.

ENERGÍA Y RITUALES

person holding cattle skull surrounded by squash and candles
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🎃 Halloween: Del Fuego Celta a la Llama Interior

Cada 31 de octubre, el aire se llena de misterio, luces naranjas y disfraces que nos invitan a jugar con nuestras sombras. Pero detrás de la estética moderna de Halloween, hay una historia antigua y profunda: la del Samhain, la celebración celta que marcaba el final de la cosecha y el inicio del nuevo ciclo.

Samhain: el origen de la transformación

Hace más de dos mil años, los pueblos celtas celebraban el Samhain (pronunciado sow-in) como el fin del verano y el comienzo del año nuevo espiritual. Era una noche en la que el velo entre el mundo visible e invisible se consideraba más delgado, no para temerle, sino para honrar los cambios y conectar con la sabiduría del ciclo natural.

El fuego ocupaba un papel central: se apagaban las hogueras en los hogares y se encendía una nueva llama comunitaria, símbolo de renovación y protección. Era un acto de cierre, de soltar lo viejo para abrir espacio a lo nuevo —una metáfora perfecta para el crecimiento personal que todos buscamos.

De los celtas al Halloween moderno

Con el paso de los siglos, la tradición se mezcló con celebraciones cristianas como el All Hallows’ Eve, y más tarde, con costumbres populares que dieron forma al Halloween actual.
Aunque las calabazas, los dulces y los disfraces parecen alejados de aquel ritual ancestral, la esencia sigue siendo la misma: reflexionar sobre el cambio, jugar con la dualidad luz-sombra y celebrar la vida en todas sus formas.

Una noche para mirar hacia adentro

Más allá de lo festivo, Halloween puede ser un recordatorio simbólico de nuestro propio proceso interno. Así como los celtas encendían el fuego para empezar un nuevo ciclo, nosotros también podemos aprovechar esta época para dejar ir lo que ya no nos sirve, agradecer lo aprendido y abrirnos a nuevas oportunidades.

Es un momento perfecto para reconectar con la intuición, meditar, leer las cartas o simplemente escuchar el silencio interior. Halloween nos invita, en el fondo, a iluminar nuestra propia oscuridad.

En conclusión

Halloween no nació del miedo, sino de la conciencia. Lo que comenzó como un ritual celta de transformación sigue vivo en cada persona que se atreve a mirar dentro de sí, celebrar el cambio y encender su propia llama.
Porque más allá de las máscaras y los disfraces, Halloween nos recuerda que la verdadera magia está en el poder de transformarnos.